La  parroquia   Nuestra   Señora   Reina  de   Los  Angeles, conocida tradicionalmente como  La Placita es sin duda la “cuna” de la Iglesia Católica en Los Ángeles, California. Tiene un carácter  misionero; su función  principal  es  evangelizar y ayudar a la comunidad hispana a integrarse  a  la  cultura  americana  pues  llegan  hasta este lugar masivamente  los  latinos.  Tambien ofrece otros servicios religiosos. Muy  dedicados  a  la  atención  de  los  asuntos  migratorios siendo esta una de las aspiraciones de la Diócesis el promover que todos los católicos  se  hagan  ciudadanos  norteamericanos, podemos claramente deducir que tiene una definida conexión este lugar con las cuestiones sociales de la comunidad latina.
En   1781  el  explorador  Felipe  de  Neve  junto  a  once  familias  fundó “El Pueblo de Nuestra Señora Reina de los Ángeles” a las orillas del Rio Porciúncula (actual rio de Los Angeles). Cuatro años más tarde se inicio la construcción de la primera iglesia  “Nuestra Señora Reina de  los Angeles  Asistencia”  considerada  ser  la  primera parroquia católica de la arquidiócesis de los Angeles.
Desde  entonces  este  santuario se  ha convertido  en  un  lugar de encuentro, donde los recién llegados principalmente hispanos, pueden asistir a  las misas  en  castellano y recibir los sacramentos. Esta parroquia  es  célebre por  sus bautizos. Todos los fines de semanas se realizan alrededor de 300. Desde muy temprano decenas de familias acompañados con sus respectivos padrinos y madrinas van llegando con sus  hijos  para  recibir  el primer sacramento. Esta ceremonia para   es  la  más   importante   en  el   ritual  católico  que afirma los principios espirituales del bautismo.
El  párroco  Arturo Corrales señala: “Cuando llegaban los inmigrantes principalmente hispanos a la ciudad de los Angeles esta era  la única iglesia  que tenia las  misas  en español donde se podía celebrar los sacramentos  y  las personas  encontraban  el  ambiente  familiar del idioma.
Para  el párroco  Corral, es  importante crear una comunidad donde la gente se sienta verdaderamente integrada y que la comunidad litúrgica, pastoral,  se  desarrolle fuertemente con sus ministerios, y que éste sea un lugar  de oración  y de  encuentro también con los ministerios. Esto es  en el aspecto evangelizador. En el aspecto social se enfocan  en los asuntos de inmigración en todas sus áreas.

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